jueves, 31 de diciembre de 2009

Dia 10, La Pintada - Cali

Jueves, 31 diciembre 2009

Me levanté rápido faltando un cuarto para las 5:00, había dormido profundamente y estaba realmente de un muy buen ánimo, tenía la ropa separada para ponerme y lo demás organizado, no pasó mucho tiempo hasta que salí del cuarto y me sumergí en la absoluta oscuridad de los pasillos del hotel con maleta, alforjas y casco, tuve que detenerme y hacer una imagen mental del camino a las gradas, con pasos arrastrados alcancé las gradas y muy lentamente bajé los escalones agarrado con la mano izquierda del apoyabrazos para no irme a caer, este lugar no tenía sensores de movimiento, cuando por fin llegué al primer piso una luz amarilllenta muy tenue era reflejada por la baldosa y al fondo detrás de la cordillera, al oriente se alcanzaba a ver el brillo de la atmósfera iluminada por el Sol.

Con el sonido de mis pisadas el jovén encargado se levantó de un tiro, estaba acostado a un lado sobre un sofá blanco, -Buenos días!... voy de salida-, atiné a decirle, el hombre respondió con otro buenos días, encendió las luces del pórtico y abrió la cerradura que aseguraba las reja del parqueadero, mientras que yo organizaba las alforjas debajo de la silla y luego amarraba la maleta con el pulpo, entonces aproveché para tomar tres fotos de las cuales se ve casi nada.


5:33


5:36, al fondo La Pintada y el alba venidero


5:36, a la derecha la reja y al fondo las luces de la sede de Comfenalco, creo.

Inicie el recorrido llenando le tanque de gasolina, como de costumbre, y me despedí de La Pintada, el tramo desde allí hasta Felisa fue "feliz", muy tranquilo, poquísimo trafico, la carretera esta en buen estado y al estar sobre orillas del río Cauca es bastante plana, el paisaje espléndido, el rió cubierto de niebla y un calor húmedo, pasadas las 6:30, en algún punto del mapa, que un hombre se había acostado sobre la verma y dejado la moto puesta sobre el gato; antes de iniciar este "viaje", busqué mucha información y anécdotas de gente que han recorrido muchos kilómetros en moto, para saber al menos a que me estaba enfrentando, guardando las diferencias de escala obviamente, había leído que muchos para abaratar costos, viajan con sus carpas y duermen en ellas, pero este caso era el colmo, el hombre parecía que simplemente lo cogió la noche y se echó a dormir con un trapo de almohada, en medio de la nada.

Llegando a Felisa, me decidí en tomar el desayuno en un parador sobre el lado izquierdo de la vía a unos cien metros del peaje, pedí con lástima jugo de naranja y huevos revueltos bien cocidos, no había más, momentos después llegó una pareja en motocicleta llena de equipaje, me apresuré y retomé el camino.

La variante de Manizales o "la autopista del café", cuando sea finalizada por completo será una excelente ruta para viajar, por el momento me tocó evitar unos cuantos baches y soportar algunos tramos carreteables, nada que no había vivido en el viaje de ida, pero lo que me estaba desmejorando era la ácidez que el jugo de naranja había desatado, tomé un poco de bebida hidratante y me provocaron naúseas, cuando pasé el peaje de Chinchina me detuve en otro parador para comprar una botella con agua, boté algo menos de la mitad y le agregué una pastilla de Alkaseltzer, santo remedio!

El ingreso a la ciudad de Pereira es por un carretera muy inclinada y a la izquierda se puede ver casi en su totalidad, lamentablemente no hay verma y es imposible detenerse sin generar riesgos, todo esto innecesario; al tomar la variante en Dosquebradas me detuve en una estación de servicio y compré el aceite para la moto, el trabajo por reemplazarlo venía incluido, además estaba pasado de kilometraje sin cambio.


9:54, Pasando Cerritos

La madrugada me estaba cobrando los ánimos y distinto a lo corriente, estaba perdiendo lucidez muy temprano, tenía que hacer paradas muy seguido para ponerme alerta, Cartago estaba detrás y lo que venía sería carretera recta y eso no ayudaba.


10:26, Mi Valle del Cauca.

Almorcé en el parador de La Uribe y cerca de las 14:00 acercándome al peaje de El Cerrito, el móvil sonó y la llanta delantera se desinfló totalmente, haciendome perder el control, como estaba desacelerando para pasar le peaje, logré frenar suficiente pero no pude evitar caer estrepitosamente hacia al lado izquierdo, al tiempo que me levantaba para ver cuál era la causa, con los audífonos del manos libre escuchaba que me decían: no entré a Palmira, hoy es día sin moto!.

Un motociclista que venía detrás y vio la caída, me pregunto cómo estaba y me decía -Que suerte la suya, a dos casas se la arreglan, mire!-, un muchacho se acercó y me ayudó a levantar la moto.

El accidente fue originado por un mal parche, inmediata mente me dí cuenta que era la reparación hecha en Caucasia, el caballero la quería reparar pero yo me negué, tenía dos neumáticos nuevos y sí no hubiese sido tacaño en la segunda pinchada, esto no habría ocurrido; al retomar el camino, regresé la llamada e informe que tomaba la variante e iría muy lejos de la cuidad.

Llegué a Santiago de Cali temprano y estaba en casa a las tres pasadas, tal como lo tenía planeado, tomé mucho más liquido y me acosté para descansar, en la noche me levanté para cenar y me volví a acostar para dormir; finalmente, me enteré que era año nuevo por la canción de siempre, "Faltan cinco pa' las doce", por el ruido de los petardos lejanos y el débil aroma de la pólvora quemada.


Feliz año nuevo!!!



  • Gasolina $13000
  • Desayuno $5500
  • Agua $2500
  • Aceite $14000
  • Almuerzo $12000
  • Cambio neumático $3000
  • 398 Kms
  • 8 horas
  • Ruta: 25-La Pintada-La Felisa-Irra-La estrella-Chinchina-Dos Quebradas-Cerritos-Cartago-Zarzal-Tulua-El Cerrito-Cali.
Totales:
  • 10 dias (4 ida, 4 estadía, 3 regreso)
  • 2940 Kms
  • Gasolina $93400
  • Cambio de aceite $41000
  • Alimentación $233000
  • Bebidas y mecato $40000
  • Garajes $23000
  • Hoteles $462000
  • Reparación llantas $11000
  • Taxis y buses $18200
  • Varios $140000
Total Gasto $1'061.600


miércoles, 30 de diciembre de 2009

Día 9, Caucasia - La Pintada

Miércoles, 30 diciembre 2009

Me levanté a las 5:15, un poco cansado debido a que no había pasado buena noche, el cuarto estaba demasiado caliente, y el ventilador y las ventanas abiertas no ayudaron en mucho, a veces se me dificultaba respirar, fue un alivio pensar que estaba amaneciendo y era hora de salir, no me tarde mucho en arreglarme, faltando diez minutos para las seis estaba en el parqueadero ajustando las alforjas y la maleta, me puse la chaqueta, el peto y salí con rumbo sur.

A las afueras de Caucasia me detuve para llenar el tanque y buscar dónde y quién podría cambiarme el aceite, sin embargo, no encontré del tipo de aceite que utilizo para la motocicleta, mientras conducía pensaba en almorzar en el mismo parador de días atrás y en la búsqueda de hospedaje, definitivamente no sería Medellín, pero eo dependería del tiempo que me llevase viajando.

Aun no llegaba a la zona montañosa antioqueña y el cielo se encapuchaba con cada kilómetro recorrido, de pronto llovió, me detuve y comencé a desempacar y colocarme el impermeable en medio de la lluvia, fue entonces que un motociclista que venía en sentido contrario hacía sonar el pito y al verlo me hacía un "NO" con la mano , el mensaje parecía claro, mas adelante no llovía, regrese a la moto y aceleré un poco para no mojarme demasiado con la llovizna, casi 500 mts adelante llovía fuertemente, nuevamente me bajé alcancé a ponerme las botas y de nuevo un motociclista que venía en sentido contrario me gritó que a unos 200 mts no caía una sola gota; me estaba mojando el pantalón, me monté en la moto y efectivamente a menos de 200 mts el asfalto no mostraba rastros de húmedad, no obstante, de cintura para abajo ya estaba mojado y me preocupaba el clima que venía en camino, por suerte el Sol comenzó a brillar (siempre es así) y en Pto Valdivia ya se había secado mi pantalón.

El alto de Ventanas estaba claro, no había niebla como en el viaje de ida, la subida fue bastante simple, aunque las curvas seguían siendo muy cerradas; en lo alto, el Ejercito montaba guardia.


10:22


10:22, Bajando del Alto de Ventanas

Junto a un taller en el Yarumal tuve que detenerme para contestar una llamada de trabajo, fue un poco difícil acomodarme porque todo el terreno esta inclinado y no quería que se complicara la encendida del motor, retomé el paso e hice una última toma desde abajo, para la próxima ocasión necesito algo con mejor resolución, que vaina!


10:54, Yarumal desde abajo


10:55


10:56, esta la tomé de espaldas.

El descenso lo había comenzado hace más de treinta minutos, pero el frío era intenso, creo mucho mayor que el viaje de ida, sentía las manos heladas bajo los guantes y me detenía constantemente para apretar las mangas de la chaqueta y que el viento no llegará al pecho.

El hambre me estaba tirando y no encontraba un lugar apropiado para almorzar, me orillaba cerca a sitios donde estaban parqueados camiones, pero no se veían buenos, hasta que en Betania frente a una planta de procesamiento de productos lácteos terminé a parar, dos motocicletas de alto cilindraje estaban estacionadas, cuando me bajé los conductores salieron del restaurante y se montarón en ellas, prendieron motores y se fueron, quedé solo en el restaurante, mejor para mí; un hombre, supongo que el dueño, se me acercó y me recitó el menú, pedí algo con champiñones y tomé el baño para arreglarme un poco y lavarme las manos. La cuenta fue un poco alta, de acuerdo a lo que tenía presupuestado para este almuerzo, le pedí ayuda al caballero para escoger un hotel, aclarandole que éste no fuera en Medellín y el me afirmó que me quedase en Bello, "Medellín era mas tumultuoso". Salí de allí pensando en llegar a Bello, descansar un poco y salir de noche para ver más de la ciudad.


13:28, pasando Betania

Cerca Medelllín, creo yo, me tope con un grupo de amantes de los parapentes y cometas planeando entre las montañas, lamentablemente, en estas fotos no se puede distinguirlos; mmm, esto me hizo recordar cual fue mi motivo inicial de comprar la moto.


14:05


14:05


14:06

Alrededor de las 15:30 ingresaba por la autopista a la ciudad de Bello, luego esta desemboca en una vía mas bien estrecha y semaforizada, con varios talleres a un lado de la calle, no me gustó el aspecto de ésta, las calles alternas se inclinaban y subían a la montaña, no quería perderme aquí y menos en terreno inclinado, continúe y a un paso de tomar la autopista dentro de Medellín me detuve para preguntar en un taller el reemplazo del aceite del motor, la respuesta que obtuve fue otro "NO" con la mano y un gesto para me quitara de allí; más adelante le pregunté a un peatón la dirección para salir al sur, recibí otra respuesta que me dejo inconforme, el tipo parecía que no sabe en donde esta parado.

Que gente, ni siquiera en Bógota me había sentido de este modo, "una vez es accidente, dos son casualidad, pero tres son CONSPIRACIÓN", y eso que tengo cara de paisa, toda mi ascendencia es antioqueña; no tenía otra alternativa, tenía que salir de allí rápido, pero no fue suficiente ya que recibí un buen susto: en la autopista el tráfico funciona como en la selva "sobrevive el más fuerte y el más veloz", pues me pasó que eran lento e iba en moto siempre en el carril derecho de la vía lenta, una camioneta me cerró el pasó justo antes de pasar un puente sobre un río, tuve que frenar en seco o me voy a caer al fondo y termino dandome un baño; no soy creyente, pero sí alguien creyente lee esto, es bueno que se encomiende y conduzca muy prevenido, porque ésto último es lo que lo salvará en situaciones de peligro.

Atravesé la ciudad, el edificio Coltejer se convirtio en un hito para no perderme y observaba detenidamente la señalización, sobre la autopista, casi oculta por el smog impregnado durante años, parecía estar en la dirección correcta, para mayor seguridad le pregunté a un trabajador de una estación de servicio, el hombre muy cortés me indicó un semáforo más adelante y un giro a la izquierda, salí confiado pero al llegar al semáforo reconocí que no le había entendido, porque no podía girar a la izquierda, era contra vía. Cinco minutos después la carretera iba en ascenso, pero no lo reconocía como el municipio de Caldas, por el contrario un aviso decía Itagüí y la Estrella, ahora si que estaba perdido.

Me estacioné sobre un negocio lleno con mesas de billar, pedí prestado el directorio y busqué un sitio cercano para hospedarme, eran la 17:00 pasadas, encontré nada y le pregunté al hombre que atendía:
-Buenas tardes, cuál es la salida para la ciudad de Cali?- yo,
-Siga por allí y sí quiere quedarse hay muchos hoteles-el señor; no capté lo que quería decirme y pregunté de nuevo:
-Entonces por esta vía llegó rápido a La Pintada?-
-Que si, es zona turística!-me contestó toscamente.
Le hice caso, y en menos de cinco cuadras regresé despavorido, la carretera es angosta, llena de buses y la gente se atravesaba sin miedo, puede ser turístico, pero no me gustó, además tenía afán de salir a Caldas, al pasar nuevamente por el local en sentido contrario pude ver un cartel a baja altura, oscuro por la mugre y mimetizado entre los árboles que decía: "Caldas".

Conseguí llegar a la variante de Caldas, la misma por la cual se ingresa a Envigado y posteriorente a Medellín, el tráfico un poco lento, debido a las reparaciones que estaban realizando en la carretera frente a la ciudad, no fue problema, pero el ascenso al Alto de Minas si; en las curvas muy cerradas me veía obligado a frenar y la motocicleta perdía impulso, en 2 apenas podía avanzar y todos los autos que adelantaba volvían a pasarme, para dejarlos tomar ventaja y no encontrarlos nuevamente me estacione a la izquierda junto a una caseta, había un campero estacionado allí, parecía un restaurante y estaba cerrado, el frío, el silencio, el brillo mortecino y azuloso, los árboles, la sombra que todo lo cubría y la carretera desierta me hicieron sentir como en una escena de los X files, faltaba que un alienigena saliese de entre los árboles llevando consigo las personas del campero en bolsas... no espere a que ocurriese y aceleré de nuevo. Bye, Tv!

El descenso fue divertido hasta que llegaron las 18:30 y todo se puso de color negro a menos de tres kilómetros de La Pintada, muy lentamente descendía y procuraba poner las luces bajas cuando un auto en contravía me viese, para recordarle que también yo necesitaba ver el camino.

Me estacione en el mismo sitio de hace nueves días atrás, pedí una malta y un directorio telefónico, éste último lo obtuve en una droguería a dos locales de allí, llamé a un par de sitios muy económicos, finalmente me decidí por un hotel a 2 kms a las afueras de la ciudad regresando por donde había venido; el señor de la droguería me lo recomendó cuando me vio llamando buscando sitio, me mostró la ubicación de los hoteles mas cercanos y me indico las incomodidades de ellos, el ruido, por ejemplo.

Fue sencillo ubicar la entrada al hotel o casa-finca en medio de la noche, pasé los trescientos metros de vía carreteable, desmonte alforjas y maletas de la moto y escogí una habitación con aire acondicionado, me duché y regresé al pueblo para cenar, llamé a casa para informar que estaba todo en orden y que el día de mañana estaría en Cali después de las cuatro de la tarde.


19:19, Restaurante en La Pintada

  • Gasolina $15000
  • Almuerzo $13500
  • Cena $6000
  • Hotel $40000
  • Kms
  • 10 horas y treinta
  • Caucasia-Tarazá-Valdivia-Alto de Ventanas-Yarumal-Matias-Bello-Medellín-Caldas-Alto de Minas-La Primavera-Santa Barbara-La Pintada

martes, 29 de diciembre de 2009

Día 8, Santa Marta - Caucasia

Martes, 29 diciembre 2009

Con mucho pesar, pero hoy es el día de partir, me levanté a las 6 de la mañana y recogí lentamente las últimas cosas que tenía por organizar, algo de ropa del día anterior y los utensilios de aseo, el agua del baño tan caliente como siempre, la mochina naranja, las alforjas y la riñonera, todo estaba en orden, faltando un cuarto para las 7, me despedí de la recepcionista y fui por la moto.
Sin problemas en el arranque, revisé presión de las llantas, estaban un poco bajas, monte y amarre las maletas y encendí motores; la salida esta vez fue por el rodadero, subiendo la montaña, todo muy calmado pero entonces recordé que la radiación solar en todo el recorrido de vuelta se convertiría en un mal amigo, me detuve en una estación de servicio para cargar de gasolina y calibrar las llantas, todo bien.
Mas adelante me detuve para tomar la primer foto del regreso, en un día particularmente difícil.


07:32; salida Santa Marta, Barranquilla a 98 Kms.

Según estaba recordando, de Coveñas a Santa Marta me había tomado alrededor de ocho horas, de las cuales, casi tres habían sido por una vía carreteable, ruta San Onofre, en esta ocasion regresaría por la que lleva a Sincelejo, suponiendo que esta en mejor estado, podría acelerar un poco mas y finalizar temprano en Caucasia.


8:21; Pueblo Viejo, vista al suroriente de la ciénaga.

Apenas estaba cruzando el peaje en Tasajera y el celular comenzó a sonar... trabajo, señor; fueron muchas veces que tuve que detenerme para contestar estas llamadas y el retorno entre Ciénaga se extendió mas de treinta minutos. Pasé Barranquilla, conteniéndome en desviar hacia Cartagena, y retomé el tramo mas largo, caluroso, aburrido y desolador de todo lo que llevaba de viaje en la moto.


10:32; en algún sitio, entre Barranquilla y San Cayetano!!!

Un reten de la Policía de carreteras hizo detenerme: -Buen día, los documentos, por favor.- Una pausa, -¿Hacia donde se dirige?, yo -Voy a Cali-, uno de los policías me escucho y dijo: -Cuánto se toma?, más de dos días?- y le respondí: -Si señor, tres días, si todo va sobre ruedas- , entonces quien me había pedido los papeles, medio los miró y me dijo:-Entonces mejor no le hago perder más tiempo, que le vaya bien-. Era la segunda ocasión me paraban para mostrar documentos.

El restaurante, lleno de colgaderas, moños, animales disecados e instrumentos, me cobró la gaseosa más costosa en el momento (literalmente, esa era la única gaseosa del desierto!), y como si fuera poco, resulto malita la comida. Me atendió una niñita de unos doce años.


13:15 , restaurante en San Jacinto.


13:15 , restaurante en San Jacinto.

Cerca de las cuatro estaba cruzando Sahagún, la carretera en mejores condiciones pero el tráfico no me permitía viajar mas rápido, además estaba sufriendo realmente de ardor en el labio superior, me tapaba el rostro con un trapo para que no me diese el Sol, pero finalmente se caía, no había mas remedio sino aguantar hasta llegar la noche y conseguir un poco de manteca de cacao.
Creía que estaba cerca de Caucasia, al menos eso pensaba si aumentaba la velocidad, pero tenia que desacelerar mucho, en Sahagún me detuve en una estación de servicio para comprar una bebida y lavarme la cara, detrás de la tienda en un garaje, en un lavamanos, saqué el jaboncillo que sobró del hotel y me lavé, tenía el rostro y la camiseta blanca manchada, era el humo de los camiones.

En Planeta Rica pasé cerca de las cinco pasadas, aun con las esperanzas vivas de llegar a Caucasia antes del anochecer, no quería revivir la llegada a Monteria del 23, además la ciudad "mas grande" era esa misma a 50 Kms pero de regreso, entonces acelere a 80 Km/hora porque esta vía ya la conocía y estaba en buen estado.

Cerca de las 6 y 30 de la tarde y con la noche encima, no podía situarme cerca a que pueblo estaba y cuanto me faltaba, los insectos comenzaron a salir y tuve que bajar el visor para protegerme, sin embargo la visibilidad se reducía totalmente cuando los autos en sentido contrario iluminaban el visor con sus luces altas, ¡esta gente no sabe conducir, ni se tiene sentido de lo común!, los lumenes generados por las farolas de un auto son muy superiores a las de una motocicleta; estaba ansioso, cualquier luz inmóvil muy adelante de la carretera era Caucasia, cinco minutos después se convertía en un caserío o una edificación en medio de la nada.

Muy detras, una camioneta de la policía con luces rojas y azules comenzaron a iluminar los alrededores de la carretera, no vendría a mas de 70 Km/hora, no obstante, era mas rápida de lo que yo estaba viajando, me pasó y aproveché para seguirle el paso, era como un faro, pero se estaba alejando y no la alcanzaba por mas que aceleraba.

Siete y treinta de la noche, once horas conduciendo una motocicleta, me orille en la primer estación de servicio en Caucasia, revise las notas de los hoteles que había cotizado antes de salir de Cali unas semanas antes, pregunté en dos ocasiones la ruta y después de dar vuelta tres veces por el mismo sitio... encontré el hotel.

Ubicado en pleno centro de la ciudad, no me atreví a salir, como lo había hecho en Medellín días antes, guardé la moto en el parqueadero con todos sus seguros, pedí una hamburguesa a domicilio y llamé a casa para informar de lo acontecido; el cuartico sin aire acondicionado, buscando economía, parecía un sauna.

  • gasolina $13200
  • Almuerzo $13500
  • Coca Cola $3500
  • Bebidas $2500
  • Cena $10000
  • Hotel $30000
  • Km
  • 11 horas y treinta
  • Ruta: Santa Marta-Cienaga-Barranquilla-25-Calamar-San Juan de Nepomuceno-Sincelejo-La Ye-Caucasia





lunes, 28 de diciembre de 2009

Día 7, Bahía Concha

Lunes, 28 diciembre 2009

Tenía planeado irme este día, sin embargo, llenaron el cupo del crucero y después de haber hecho un viaje tan extenso, no podía desperdiciar la oportunidad de conocer algo más; me levanté temprano, desayuné y a las 9 en punto estaba frente al muelle sur del Rodadero esperando, no se demoró en aparecer el crucero.
Ya venia ocupado un poco mas de la mitad, "me senté a estribor y cerca de la popa", los que subieron conmigo también se ubicaron cerca a la popa, en menos de 15 minutos nos dirigíamos a bahía Concha.


10:01; Vista del camellón


10:03; vista del muelle


10:03; vista del muelle


10:04


10:08, vista de Taganga


10:10, vista de playa Grande

Nos acercamos a playa grande para ordenar el almuerzo, una mulata se subió y paso por cada uno con el menú del día, ésta era una bandeja con las variedades de peces disponibles, yo no quise mirar, y pedí a ciegas el nombre que más conocía "pardo rojo"


10:11; sin palabras!


10:14; vista playa Grande


10:15;


10:32

Después de pasar por un tramo bastante agitado, donde las olas eran mas altas que el barco, y donde tuve que guarda todo y tenerlo firme para que no se cayese al mar, llegamos a bahía concha, allí estaba muy tranquilo, pocas personas presentes, nos bajamos, me bañé en bloqueador y me hice bajo la sombra de un árbol, sin saber que más hacer.

Una chica de la tripulación, paso en frente y nos invito a practicar esnórquel, tenían todo el equipo necesario, pero eran $25000 adicionales, no lo dude y me fuí con ellos.

El sitio al que llegamos, era en una playa contigua, realmente eramos pocos y tambien los primeros en los alrededores, nos explicaron el modo de emplear las aletas, como respirar y otras cosas que no recuerdo, cuando estábamos "preparados" nos empezaron a guiar mar adentro, genial, una raya nos visito, vimos los corales "Cuerno de alce" y alguien nos alcanzó un erizo de mar, no pude ver mucho mas porque mi habilidad en el agua es practicamente nula y me mantuve siempre en la superficie, era demasiado.

Cuando regresamos a la playa, tuvimos que entrar al agua nuevamente para subir al bote, de esta forma mojé la camiseta y se cayó el bloqueador al agua.


12:31, Al regreso

Regresamos a bahía Concha a las 12:41, y aproveche para tomar las fotos que no pude hacer.


12:51, Bahía Concha


12:53


12:54


12:57


13:00


13:01


13:05



13:08


13:08


13:11; Era hora de almorzar y debíamos regresar a playa grande


13:15


13:18

Cuando se bajaban del bote para almorzar, me percate de la falta del bloqueador y le pregunte a uno de la tripulación si lo había visto, fue grande mi sorpresa cuando me muestra que lo tenía en la mano y casi se lo había acabado.

El restaurante muy rustico, el lavado de manos eran dos baldes, uno con agua semi sucia y otro con agua jabón, como viajaba solo me senté con los guias, eran Irma, Carlos y el instructor, no recuerdo su nombre, empezamos a hablar y entonces me enteré que mi historia, en la que había venido en moto desde Cali, se había regado como las plumas echadas al viento; !bueno, ellos conocían el milagro, yo les confirme el santo!


16:23, Bello horizonte


16:24, Bello horizonte


16:27


16:52


16:55




16:59


17:01, regresando al Rodadero

Llego su fin, Carlos se me pegó hasta última hora contándome sobre su vida y su trabajo, llegamos al Rodadero, cancelé lo que debía a Irma y me despedí de todos, algunos con bromas sobre regresar a Cali a 40 Km/hora o en encontrarnos en el aeropuerto.


17:07, Hasta pronto!

No podía dejar pasar la última noche sin tomar algunas fotos de los monumentos mas cercanos al hotel.


19:07, monumento a Rodrigo de Bastidas, Santa Marta
es la c iudad más antigua de las construidas por los españoles en Colombia.



19:10, monumento a Simon Bolivar


19:11; Libertador de Colombia, Ecuador, Panama,
Peru y Venezuela y fundador de Bolivia. Homenaje del pueblo de Venezuela a la ciudad de Santa Marta.


Antes de llegar al hotel me desvíe al parqueadero para mirar la moto, ver el estado de las llantas y encenderla un rato.

  • Desayuno $5000
  • Buses $1200 * 2
  • Bebida $2500 * 3
  • Bahía Concha $35000
  • Esnórquel $25000
  • Almuerzo $35000
  • Cena $5000
  • Garaje $5000
  • Hotel $73000